martes, 6 de marzo de 2012

RELACIÓN ENTRE DIETA Y CÁNCER

"DIETA Y CÁNCER" 

Influencia de la dieta en el cáncer 

No hay desde luego, ninguna afirmación categórica de que tal o cual alimento produce o provoca un cáncer. Ni lo contrario ; es decir, que no hay un alimento que nos libre del cáncer. Sin embargo, hay algunas evidencias que conviene tener presente. 

El doctor Philip James, asesor de la Organización Mundial de la Salud y la ONU en cuestiones de nutrición, contaba una experiencia muy interesante realizaba en su laboratorio. A una serie de animales de experimentación se le administraron sustancias de probada acción cancerígena. Pues bien, entre los que además estuvieron sometidos a una dieta abundante en frutas y verduras frescas, con elevado contenido en vitaminas, y el numero de cánceres fue significativamente menor.



Dieta con gran cantidad de verdura


 Según el profesor James, si se da un producto cancerígeno a animales que tienen una dieta pobre en grasa y con abundantes frutas y verduras, las posibilidades de desarrollar un tumor son menores los estudios epidemiológicos apoyan esta tesis.



 No hace mucho tiempo, en Atenas, se comprobó con mayor ingesta de verduras frescas presenta una tasa de cáncer ocho veces menor que las que tienen un bajo consumo de ésto alimentos. En definitiva, está demostrado que quien lleva una dieta con buena cantidad de crucíferas-col, coliflor, repollo, coles de brucelas- tiene una menor incidencia de cáncer.


La frecuencia de cáncer de esófago es inversamente
proporcional al consumo de fruta.

 Según los expertos, si adoptáramos todo estos consejos, el número de cánceres podría reducirse en un %, aunque ciertamente, aunque no todo iban a disminuir de la misma forma. Con una dieta adecuada, se reduciría el 90% de cáncer de estómago e intestino, el 50% de páncreas y mama y el 30% de los de pulmón, vejiga y vías aero-digestivas.


Puntos importantes a tomar en cuenta
  • La zanahoria es  muy recomendable y, en general, todos los vegetales que sean amarillos, naranja o verde oscuro, como espinacas y perejil.
  • Los cítricos como el limón o la naranja parecen tener un efecto protector contra el cáncer de estómago y esófago.
  • La incidencia del cáncer de esófago es inversamente proporcional al consumo de fruta.
  • Se ha hablado mucho del efecto protector de vitaminas A y C. Se desconoce, en este caso, su mecanismo de acción aunque pudiera basarse no en una actuación directa, si no en su capacidad para bloquear la degeneración de otras sustancia.
  • El aporte de proteínas animales debe ser moderado.
  • Debe incrementarse el consumo de fibra vegetal.
  • Debe limitarse la ingestión de grasas animales. El aporte graso no debe superar el 25-30% del aporte calórico total.
  • Limitar el consumo de alimentos ahumados .
  • Limitar el consumo de alimentos muy tostados o curados.
  • Debe reducirse notablemente el consumo de carnes o pescados tratados con sal, ya que se producen nitritos.
  • El pan debería contener harina integral.
  • Evitar alimentos fuertemente condimentados.
  • Evitar el consumo de comidas o bebidas excesivamente calientes.
  • Dar el ritmo adecuado a las comidas. Es mejor comida escasa y frecuente.
  • Establecer un horario correcto de comidas y procurar hacer las cuatro comidas clásicas y tradicionales: desayuno, comida, merienda y cena.
BIBLIOGRAFÍA

ENCICLOPEDIA DE LA NUTRICIÓN
Ramón Sánchez Ocaña-Juan Madrid Conesa
Libro 1 
Editorial ESPASA








LN. Carmen Huerta Castañeda.








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